domingo, 13 de diciembre de 2015

Capítulo undécimo: "A través de la Octava dimensión"

Antes de sumergirme de lleno en los misterios de la "Octava dimensión" del título, voy a continuar un poco con el rostro de Dennis Weaver que dejé a medias en la anterior entrada. Faltaba por concretar alguna forma y potenciar alguna que otra sombra:

Es una pequeña mancha a carboncillo sobre un papel Ingres de 32 x 46cm. Intento hacer una serie de retratos con diferentes expresiones del actor en esta misma película (DUEL).


El proceso es similar al de los anteriores trabajos a carboncillo. Un encaje de las zonas de sombra, perfilo los rasgos y formas principales del rostro con suaves trazos de líneas entrecruzadas con un carboncillo fino o mediano, procurando trabajar de dentro afuera y luego voy difuminando con una esponja paulatinamente hasta conseguir el tono de gris o negro que me interesa. Esta pose en concreto se complica un poco por las enormes gafas que lleva puesto el personaje, he intentado no marcarlas en exceso para que no llamen mucho la atención en el conjunto del dibujo.











Con ustedes el Dr. Emilio Lizardo de "Las aventuras de Buckaroo Banzai", en alucinada y excesiva interpretación del gran actor John lithgow:



"Las aventuras de Buckaroo Banzai", hay que añadir el subtítulo de su título original: "A través de la Octava dimensión", es una curiosa película de ciencia ficción que se estrenó allá por el ya lejano 1984. Creo que la vi cuando la pasaron por TVE un Sábado por la tarde de finales de los ochenta.
 Es una peli irregular, extraña, fallida si se quiere, pero llena de encanto, con los suficientes ingredientes para convertirse (merecidamente) en peli de culto. Digamos que atesora muchas más virtudes que defectos. De estética agresivamente ochentera, narra las peripecias de un nutrido grupo de científicos pluriempleados (son además, pilotos, músicos de rock al estilo Duran Duran, uno va disfrazado de cowboy???,...)  , encabezados por Banzai,  al que da vida Peter Weller, y su particular lucha contra la invasión de una raza alienígena con  muy malas intenciones provenientes de un universo o dimensión paralela a la nuestra, en concreto la Octava, cuyo líder es un científico ( el loco Dr. Lizardo) poseído por uno de estos malvados seres. Que dicho sea de paso, en la peli aparecen caracterizados con una nada disimulada máscara de goma.

 Está dirigida por W. D. Richter, escritor de los libretos de las excelentes "La invasión de los ultracuerpos" de 1978, Drácula de 1979, de John Badham, "La tienda", adaptación de la novela de Stephen King o la loca "Golpe en la Pequeña China" de John Carpenter, entre otras.
Cuenta también con un largo reparto de caras conocidas, además de Weller, que años más tarde protagonizaría "Robocop", aparecen Jeff Goldblum, Christopher Lloyd (antes de irse al pasado, o al futuro), Ellen Barkin, Ronald Lacey (el villano naci que se derrite al final de "En busca del Arca Perdida"), Dan Hedaya, y un extraordinario John Lithgow componiendo un sobreactuadísimo villano, que deja en ridículo la actuación de Jack Nicholson para el "Resplandor". Uno, sin duda, de los muchos alicientes de la película.
En el momento de su estreno tuvo poca repercusión, pero se ha ido convirtiendo en una película de referencia del fantástico ochentero a lo largo de estos años. A pesar de sus defectos, tiene mucha inventiva, personajes carismáticos, (en la película son presentados al estilo de un serial, como si el público ya los conociera de antes), referencias al mundo del cómic y la ciencia ficción más pulp, sentido del humor (toma nota Christopher Nolan), efectos especiales deliciosamente toscos y anticuados y está rodada con suficiente desparpajo. Una película conceptualmente adelantada a su época, cercana al mundo de las pandillas de superhéroes que tanto triunfan hoy en día e incluso superior en su argumento y resolución a algunas de esas sagas cargadas de oropeles digitales que nos amenazan con eternizarse. En fin, una interesante propuesta de ciencia ficción para todo aficionado que sepa apreciarla. Además, todavía estamos esperando la secuela que prometen sus estupendos créditos finales: "Buckaroo banzai contra la liga mundial del crimen"

Nuestro villano favorito de hoy es John Lithgow o el Dr. Emilio Lizardo con marcial abrigo condecorado. Es una mancha a carboncillo sobre papel Ingres Guarro de 50 x 70 cm. Existe una modalidad de papel más barata que el Ingres, el papel "Torreón", pero para mí tiene muchas menos prestaciones.
El carbón está difuminado con esponja y difumino (los difuminos sirven también para limpiar carbón, es decir, sacar luces. Para que un difumino trabaje bien hay que golpearlo antes por toda su superficie, durante bastante tiempo, con un canto rodado hasta lograr que al tacto esté convenientemente blando y tenga una superficie lo más suave posible que no raye el papel).

El proceso es más o menos el mismo empleado en los anteriores dibujos:










Para próximos capítulos estoy preparando otro dibujo (a carbón por supuesto) de John Lithgow en una de sus más memorables interpretaciones. Voy a titularlo, "El sueño de la razón produce monstruos sobre el ala de un avión", aquí dejo un adelanto: