jueves, 4 de mayo de 2017

Capítulo decimoctavo: "Composiciones con frutas y flores y algunos dibujos cinematográficos más"

 
   Hoy voy a mostrar el proceso de "construcción" de dos bodegones que he pintado recientemente, uno sobre papel y otro sobre tabla, realizados con técnicas diferentes: gouache con toques de pastel y un óleo sobre tabla. Se trata de unas sencillas composiciones con frutas, claveles y objetos diversos, (la pajarita amarilla aparece en muchos de mis cuadros, me gusta integrarla, es una manía que tengo).
   El aspecto final de los cuadros es el siguiente:


"Pajarita y mandarinas sobre la mesa". Gouache y pastel sobre papel.


"Claveles con limón". Óleo sobre tabla.


   Empezaré por el bodegón de la pajarita y las mandarinas.
   Lo he realizado sobre una cartulina levemente verjurada y de color gris azulado claro, de 70x50cm de tamaño. He empezado a pintar con gouache como se puede apreciar en la siguiente fotografía, intentando sintetizar lo mejor posible los planos de color, aplicando la pintura de manera más diluida y suelta para captar la esencia de la composición y su impronta lumínica. He dejado más indefinidas las formas de las manzanas del fondo, dando protagonismo a la copa con el paño, situada en el centro compositivo, y a la forma de las mandarinas. Intento dejar zonas libres de color para que el tono de base del papel interactúe. Al trabajar en vertical sobre caballete es inevitable que se escapen algunos "goterones" resbalando por el soporte, se pueden eliminar con facilidad con un trapo limpio (si se actúa con rapidez antes de que sequen) o, como en mi caso, dejarlos. Creo que aportan fuerza y expresividad al conjunto, siempre que no se abuse (pueden resultar demasiado efectistas):



   A continuación pinto con pastel sobre el color anterior una vez completamente seco (el gouache tarda poco en secar). Utilizo lápices y barras, esta técnica se puede aplicar casi sobre cualquier superficie, siempre que tenga algo de textura o agarre. Lo he aplicado directamente pero también con difumino, que me permite concretar con mayor facilidad las formas que me interesa destacar. Utilizo negro para el fondo, blanco y crema para la caja de pañuelos y el paño de la copa, además, el pastel una vez aplicado se puede diluir con agua, siempre con cuidado, para que no se ensucie el color, ni el tono de base preexistente. Voy dando forma al papel arrugado, a la servilleta blanca y a la cuchara, que en realidad está pintada con gouache, al igual que la cinta de papel adhesivo y su sombra proyectada de la parte inferior:




   La pajarita amarilla y las tijeras están pintadas con pastel con leves toques de gouache. Para mí es importante no perfilar demasiado la forma o contorno de los objetos para que no queden excesivamente recortados y se integren armoniosamente en el conjunto de la obra. De esta manera dejo zonas más trabajadas y otras menos, más insinuadas, que contribuyen a recrear atmosféricamente la obra:





   La siguiente composición la he realizado con óleo sobre tabla montada en bastidor de 40x40cm aproximadamente. El soporte está previamente preparado con varias capas de Gesso sintético, por las dos caras. He comenzado a pintar con óleo directamente, muy diluido con medio, de esta manera me puedo permitir trabajar más rápido y resumir tonalmente con planos amplios de color, la atmósfera de la composición, que como en el anterior trabajo, es un modelo natural sujeto constantemente a cambios y fluctuaciones lumínicas. Es por ello importante encajar y plantear tonalmente con rapidez la obra. Me muevo en una gama muy controlada de color: grises con algo de ocre y carmín, a excepción de los amarillos, verdes y bermellones de las frutas. Utilizo pinceles planos de pelo de cerda y pinceles pequeños redondos de pelo sintético para los detalles ( detalles de los pétalos y tallos de los claveles). Intento mantener un equilibrio entre zonas trabajadas de manera más suelta y otras más acabadas, con más detalle:





Es fundamental, en las primeras sesiones, captar de manera suelta, dando importancia a la pincelada y al gesto, la impresión tonal del modelo, para posteriormente ir trabajando y concretando elementos sobre esa gama tonal.

   Hay en la composición dos elementos de cristal transparente, para definirlos utilizo la misma entonación que en el fondo, es decir, tonos gris claro manchados con algo de ocre, amarillo de Nápoles o carmín, estos tonos tienen que participar también del color de la mandarina y limón próximos para que queden integrados en la obra con eficacia. Los reflejos del cristal y los brillos los dejamos para el final. Son muy curiosos e interesantes de pintar los efectos de la refracción de los tallos en el vaso y botella, ya que suelen cambiar constantemente y de sesión a sesión raramente son iguales. Con los pétalos de los claveles pasa algo parecido, para perfilarlos utilizo pinceles más finos.
    He de decir que esta vez no he respetado los tiempos de secado, con lo cual he repintado algunas zonas con la capa inferior todavía fresca, para conseguir un mejor resultado, he utilizado medio (como siempre), pero he cargado más cantidad de materia, después he trabajado aplicando algunos toques con la espátula, se consiguen efectos interesantes, por ejemplo, las sombras siempre deben estar menos cargadas de materia que las luces, se puede raspar  con las espátula dichas zonas.
   Como se puede apreciar en la imágenes he integrado una cinta adhesiva de papel (que normalmente utilizo para las reservas) en el cuadro, me gustaba su efecto final, puede que sea algo caprichoso...
  


   Poco a poco voy dando forma a los detalles, los contornos, las hojas del limón, los pétalos del clavel y los brillos del vaso y la botella. Para que el efecto del brillo sea más eficaz, repaso la superficie un poco con la espátula, alisándola y empastando después los brillos. Es interesante el contraste que se produce entre las zonas más acabadas del primer término y el fondo más suelto:




   Hay que trabajar rápido, con el calor los claveles se marchitan rápidamente. Yo los he guardado en el frigorífico de sesión a sesión para que duren un poco más. Puede que le haya dedicado cuatro sesiones de un par de horas a este cuadro:







   Ahora presento el retrato del siniestro oficial científico Ash de la mítica película de 1979 "Alien", de Ridley Scott, interpretado por el excelente Ian Holm. Actor británico de larguísima trayectoria pero muy popular entre las nuevas generaciones por su rol de Bilbo Bolsón, el "Hobbit", en las sagas de "El Señor de los Anillos" de Peter Jackson. Antes había trabajado para Terry Gilliam en las estupendas "Los Héroes del tiempo", en el papel de un acomplejado e histérico Napoleón y en "Brazil", dando vida al jefe del infortunado protagonista, un chupatintas gritón y sin escrúpulos. También ha participado en un par de películas de David Cronenberg, la inenarrable "Almuerzo desnudo" o "Existenz", además ha encarnado al mismísimo Jack "El destripador" en la adaptación del cómic de Alan Moore "Desde el infierno" de 2001.
   Y qué añadir de la extraordinaria "Alien", subtitulada aquí "El octavo pasajero". Aún hoy insuperada, mil veces imitada en numerosos engendros y desde luego, mucho mejor, de largo, que sus secuelas, precuelas o lo que sea, destacando por muy irregulares la tercera y cuarta entregas y los horripilantes cócteles de monstruos "Aliens Vs Depredador". Mejor resulta la interesante "Prometheus", se nota la mano de un director que sabe crear atmósferas, además de un increíble diseño de producción, otra cosa son ya las numerosas lagunas en su trama y su precipitado final, esperemos que, por lo menos, mantenga el tipo con la inminente "Alien, Covenant".
  
   Se trata, como siempre, de un retrato realizado con carboncillo y algunos toques de lápiz pastel sobre papel Ingres de 70x50 cm. El proceso es similar a los anteriores trabajos:












   A continuación muestro el proceso de otro dibujo a carboncillo, esta vez con un tratamiento mucho más suelto y expresivo en el uso del gesto y la línea para definir formas y ritmos. Se trata de un dibujo más espontáneo, me interesaba por su retorcida pose que recuerda  al famoso "Esclavo" de Miguel Ángel, en realidad se trata de una instantánea del cantante y actor ocasional Iggy Pop en una de sus frenéticas actuaciones. Un artista de fibrosa anatomía que es siempre muy agradecida de dibujar. He utilizado para difuminar, las manos y dedos, esponja y unos difuminos.
   Carboncillo sobre papel Ingres 70x50: 








Por último, un poco de música... cinematográfica

   Hoy voy a recomendar una sensacional banda sonora, se trata de la partitura compuesta por Nino Rota para la versión de "Romeo y Julieta" que dirigió en 1968 el italiano Franco Zeffirelli.
   Nino Rota fue uno de los creadores más sensibles y exquisitos de la música cinematográfica, famoso por sus aportaciones musicales al cine de Federico Fellini ("Amarcord", "La dolce vita") , trabajó también con otros grandes del cine italiano como, además del citado Zeffirelli, Luchino Visconti ("Rocco y sus hermanos"). Suyas son también las extraordinarias bandas de los dos primeros "Padrinos" de Coppola, y sus famosísimos temas principales, que todo el mundo es capaz de recordar.
    "Romeo y Julieta" fue una de sus más destacadas composiciones para el cine, además de una excelente adaptación del texto de Shakespeare. Su música es muy evocadora y rica en matices e instrumentación, su tratamiento es de inspiración renacentista, utilizando instrumentos de la época, pero transciende el periodo creando unos bellísimos temas para cada uno de los protagonistas y un extraordinario "Love theme", que justamente forma parte ya de las músicas más bellas de la historia del cine. Destaca además la canción "What is a youth" interpretada por Glen Weston. Existe un compacto editado por "Silva Screen Records" con diecinueve cortes y un total de algo más de 50 minutos:



   Aquí os dejo una estupenda Suite: