Estupendo el disco "Feeling good" de Joan Chamorro y Andrea Motis que ha editado el sello CODA con versiones jazzísticas de temas muy conocidos con unos arreglos fantásticos. Están interpretados por la dulce y particular voz de la jovencísima Andrea Motis. Me encanta sobre todo la bella versión del "Halleluyah" del inmortal Leonard Cohen y el tema de Henry Mancini"Moon river", de la película "Desayuno con diamantes". El disco no tiene desperdicio, muy recomendable.
¿Vamos al País de las Maravillas?
Un pequeño dibujo basado en "Alicia en el país de las Maravillas", y también en la alucinante versión animada de Disney, creo que es de los cincuenta. No me gustó nada la versión de Burton, una orgía digital con un insufrible Johnny Depp...
Está realizado con lápices de grafito con distintas durezas sobre papel, tamaño 23x33 cm:
Una versión previa realizada con lápiz y barra de carbón sobre papel, de 23x33 cm, lleva algunos toques de gouache y lápiz pastel blanco:
Un poco del proceso:
Algunas ilustraciones más y caprichos que estoy realizando:
Este dibujo está realizado con lápices de grafito de distintas durezas, es pequeño, apenas medio folio aproximadamente.
Otro León más, un apunte preparatorio:
"Lección 1", lápiz de grafito sobre papel, 33x23 cm.
Al siguiente lo he titulado "Rancor in love":
Lápices de grafito sobre papel, 23x33 cm.
¡Sí, todo con exceso:
la luz, la vida, el mar!
P. Salinas
En un próximo capítulo comentaré el desarrollo de este retrato, que está todavía inacabado. Es una mancha de carboncillo sobre papel Ingres de 100x70 cm:
Aquí está el retrato acabado del actor Donald Sutherland caracterizado como Matthew Bennell, protagonista de la película de 1978 "la invasión de los ultracuerpos" dirigida por Philip Kaufman. Está realizado con carboncillo sobre papel Ingres de 50x70 cm.
Matthew Bennell era un sagaz y solitario inspector de sanidad enamorado de su compañera de trabajo, papel que interpreta Brooke Adams, actriz que aparece en pocas pero interesantes películas de la época ("Días del Cielo", "La zona muerta", entre otras). Ella, que en la película parece corresponderle de manera sutil, vivía con otro hombre, un jovial dentista cuya única preocupación era ver los deportes por la tele. Para suerte de Bennell y desgracia de toda la humanidad, se convertirá en uno de los primeros humanos en ser reemplazado por una vaina alienígena, (el primero, según parece, es un Robert Duvall disfrazado de cura). De esta manera Bennell y su amada verán reforzado su vínculo afectivo y conseguirán vivir una particular y trágica historia romántica, aunque por breve pero intenso espacio de tiempo, siempre huyendo de las vainas, intentando vencer al sueño. En una estupenda escena, ante la mirada impasible y desalmada de las vainas, se declararán su amor. Las vainas no necesitaban amar.
Lástima que no pueda durar, los alienígenas se apoderarán con pasmosa facilidad de toda la humanidad, los seres humanos quedarán reducidos a residuos y polvo desechados en camiones de basura. Y qué final más triste y aterrador a un tiempo, la conclusión de la peli es memorable en su desoladora crueldad...
Como la vida misma.
El film clásico de Don Siegel (que conduce un taxi en la película) tenía un final algo más esperanzador.
Otro retrato también a carboncillo de 32x23 cm.
Más almas humanas? que pueblan esta estupenda película: Leonard Nimoy interpreta a un famoso psiquiatra que se dedica a psicoanalizar a personas desesperadas que ya no reconocen a sus "sustituidos" seres queridos:
Carboncillo sobre papel, 32x23 cm.
Jeff Goldblum es un poeta fracasado que tiene que trabajar en la sauna que ha montado junto a su mujer...
Carboncillo sobre papel, 100x70 cm.
Papel que interpreta Verónica Cartwright, actriz que siempre lo ha pasado muy mal en el cine, ya que ha tenido que hacer frente al ataque de los "Pájaros" de Hitchcock, a "Alien" de Ridley Scott y al malvado demonio Daryl que interpretaba Jack Nicholson en "Las Brujas de Eastwick":
Proceso del retrato del actor y cantante Michael C. Hall.
Estupenda y mimética su interpretación de las canciones de David Bowie en el musical "Lazarus", del que se acaba de editar un bello doble disco, muy recomendable..., me encanta, sobre todo la versión de "Absolute beginners" que aparecía originariamente en la película del mismo título de Julien Temple de 1986, director de la inclasificable y divertida "Las chicas de la tierra son fáciles".
Llegamos ya al ecuador del verano. En este nuevo capítulo voy a presentar unos cuantos dibujos realizados con la técnica que más me gusta. Adivinan?... Efectivamente, la mancha con carboncillo.
Espero que os guste, no me voy a extender demasiado con el proceso, ya que es siempre el mismo, la serie de fotografías que muestro son bastante representativas.
Se trata de un pequeño formato de 45x32 cm de papel Ingres, trabajado con mancha de carboncillo difuminada con esponja. Para obtener volumen, las zonas de luz se consiguen borrando cuidadosamente con la mano o los dedos, también con toques de difumino. Para los pequeños brillos de boca, nariz y ojos se utiliza una goma de borrar o lápiz pastel blanco.
El resultado final es el siguiente:
El proceso en sus distintas fases es el siguiente:
A continuación muestro el acabado final del dibujo de Iggy Pop cuyo proceso presenté, creo recordar, en el capítulo decimoctavo. Había algo que no me terminaba de convencer y por ello seguí trabajándolo, creo que ahora está mucho mejor y no ha perdido fuerza...
Al tratarse de un formato de 100x70 cm, hay mucho espacio de papel en blanco, creo que esta composición escenográfica es muy expresiva para la pose tan retorcida del músico, me recuerda en su contorsión a los esclavos de Miguel Ángel (salvando las distancias).
Una imagen ampliada del dibujo donde se aprecia en detalle el trabajo de sombreado y la especial textura granulada del carboncillo, conseguida difuminando con la palma de la mano.
El siguiente dibujo es un retrato del actor Donald Sutherland (los lectores del blog ya estarán más que familiarizados con este actor y con la película), caracterizado como Matthew Bennell, el triste inspector de sanidad de la película "La invasión de los ultracuerpos" de 1978, dirigida por Philip Kaufman. Su tamaño es de 50x70 cm, y ha seguido el mismo proceso que los anteriores. Aún no está terminado, aunque la imagen es de un estado bastante avanzado de la mancha, mostraré el resultado final en el siguiente capítulo:
Trabajo en proceso, falta definir algunas zonas y obtener sombras más intensas. Realizaré un fijado intermedio de parte del dibujo (toda la parte de la camisa, la corbata y la gabardina).
Otro dibujo más que continuaré en próximas entregas, mancha tonal a carbón de 70x100 cm:
Ahora, como curiosidad, unas cuantos bocetos e ilustraciones con diversas técnicas que tenía en un antiguo bloc de dibujo de hace ya algunos años, puede que muchos. Cuando buscas entre los trabajos que guardas de otras épocas, te encuentras con cosas sorprendentes...
Ilustración inspirada en "Alicia en el país de las Maravillas", está realizada con barra de carbón prensado sobre papel.
Otra ilustración basada en Alicia, esta vez resuelta con barra y lápices de grafito.
"Extraño sueño", barra y lápices carbón sobre papel.
El siguiente dibujo lo recuerdo con cariño, está realizado con lápices de colores a la acuarela. Debe de ser del 97 o 98:
En próximos capítulos iré mostrando más bocetos e ilustraciones de ese bloc o de otros.
Ahora...
"Trabajos de recuperación estival: algunas películas para soportar lo mejor posible lo que resta de este largo y cálido verano"
Empecemos con algo fresquito: "Piraña" de Joe Dante, 1978
Piraña es, con mucha diferencia, la mejor de las "películas de explotación" del éxito "Tiburón" de Spielberg que se rodaron por aquellas fechas. Es, de hecho, superior y más imaginativa que las secuelas oficiales de "Tiburón". Se trata de un film tan divertido y bien realizado que no se notan sus carencias presupuestarias. Sabe extraer el máximo partido al escaso presupuesto con el que contaba, claro, se trata de una producción de Roger Corman (director y productor famoso por la rapidez e inventiva con la que rodaba, siempre dispuesto a ahorrar todo lo posible y exprimir el presupuesto al máximo para obtener el máximo beneficio).
Lo cierto es que Dante entrega un estupendo film que en ningún momento esconde sus referencias, es más, las exhibe con desparpajo: la protagonista juega al principio de la película a una rudimentaria máquina de videojuegos (estamos en 1978) que cambia los marcianitos por tiburones, llamada JAWS, como el título original de la peli de Spielberg. No será la única referencia al film, en la película no faltan también los inevitables planos subjetivos bajo el agua desde el punto de vista de las criaturas acechando a los pies de los incautos bañistas.
Las escenas de los ataques de las pirañas están rodadas con sentido del ritmo y con lograda sensación de peligro. Un excelente montaje y planificación convierten en efectivos los sencillos trucajes con los que contaban. Hay además homenajes, típicos de Joe Dante, a las melancólicas creaciones de RayHarryhausen, cameos que harán las delicias de los admiradores del cine fantástico clásico, a los habituales en el cine del director, Kevin McCarthy, Dick Miller y Belinda Balasky, se unen la Felliniana Bárbara Steele, Paul Bartel, también director de la casa Corman y un breve cameo de John Sayles, guionista de la peli, también de otras cuantas de la productora y director de prestigio (me encanta "El secreto de la isla de las focas"). Musicada elegantemente por el italiano Pino Donaggio, es un entretenimiento más que recomendable para una cálida noche de verano... mucho mejor que aburridas ensaladas de horribles efectos digitales o interminables historietas de superhéroes vistas una y otra vez, y otra...
Sigamos con algopara reír y pensar un rato: "Bienvenido Mr. Chance" (Being there) de Hal Ashby, 1979:
Yo soy un gran admirador de "Harold y Maude", película de culto del realizador estadounidense Hal Ashby, otro día hablaremos de esa peli.
Me encanta "Bienvenido Mr. Chance", "Being there" en el original.Peter Sellers, genial como siempre, interpreta a un inocente jardinero que había estado siempre recluido en casa de su señor y jamás había tenido contacto con el mundo exterior. Todo lo poco que conocía del mundo, lo había aprendido viendo la televisión, que era su único interés.
Sellers, impregna su composición de una candidez y humanidad muy emotivas, sabe darle al personaje un toque también de extraña estulticia, de una manera muy especial. Un personaje, tengamos en cuenta, el jardinero Mr Chance, que según la criada negra que lo atendía, es un verdadero memo.
A la muerte del amo de la casa sin descendencia alguna, el pobre Chance se ve obligado a abandonar su hogar y adentrarse en un mundo que desconoce. Así que ataviado con las elegantes ropas del difunto anciano, bombín, maleta, paraguas y el mando a distancia de su querida tele, se adentra en la jungla de asfalto (estupenda la escena en la que abandona el caserón, ubicado en un barrio ya muy degradado de Washington DC y sale al exterior a los sones de los arreglos discotequeros del tema "Así habló Zarathustra " de Strauss).
Sátira política y social pero al mismo tiempo una bella historia de amistad y amor hacia un personaje, que en su absoluta inocencia y total carencia de experiencias y conocimientos es como un recipiente vacío en el que los demás irán proyectando todas sus esperanzas y anhelos, frustraciones y fantasías. Hal Ashby, excelente director, realiza una sutil radiografía de la sociedad de su tiempo, con un hilarante guion de Jerzy Kosinski, autor también de la novela en que se basa la película. Cuenta con interpretaciones memorables de todo el reparto, imprescindible disfrutarla en versión original, Shirley MacLaine, Melvyn Douglas, Jack Warden, y posee uno de los finales más bellos y enigmáticos de la historia del cine, que cada uno saque su propia conclusión, yo tengo la mía???.
Durante sus títulos de crédito finales tiene una tronchante toma falsa de una escena eliminada del montaje final, en la que todo el equipo de la peli, actores y técnicos, no pueden aguantar la risa ante el absurdo monólogo que no termina de rematar bien el gran Peter Sellers.
Démosle al vampiro una oportunidad: "Jóvenes ocultos" de Joel Schumacher, 1987 En una era, fatídica, en la que el mito del vampiro ha sido convenientemente desnatado y maquillado, estilo lánguido y llorón en espantosos productos para desinformados y despistados adolescentes, con puntuales excepciones como la maravillosa "Déjame entrar" en su doble versión sueca y norteamericana, o la estupenda "Byzantium" del gran Neil Jordan. Los aficionados al fantástico echamos de menos los productos confeccionados por la maquinaria del entretenimiento hollywoodiense que consumíamos en nuestra adolescencia, donde el vampiro era tratado todavía con algo de respeto. Durante los nostálgicos años ochenta se pusieron de moda las pelis vampíricas a partir del gran éxito que obtuvo entre la chiquillería de la época la lúdica "Noche de miedo" de 1985, protagonizada por un vampiro discotequero y filogay interpretado por el excelente ChrisSarandon. Un par de años más tarde llegó "Jóvenes ocultos", titulada originalmente "The lost boys", un título mucho más sugerente, referencia expresa a los niños perdidos de la inmortal creación de Barrie y que dirigió el hoy tristemente olvidado Joel Schumacher. Director culpable de dos esperpentos estéticos de ramplón infantilismo que son "Batman forever" y "Batman y Robin", pero responsable también de unas cuantas joyitas como la estupenda "Un día de furia", la trepidante "Última llamada" o "Línea mortal" entre otras. "Jóvenes ocultos" es una película muy adecuada para estas fechas y refrescante, plagada de aciertos y hallazgos, atmosférica, donde predominan las sombras, estupenda fotografía, sobre la luz. El brillo del neón sobre la luz natural. Excelentes los planos aéreos subjetivos desde el punto de vista de los vampiros o las muy controladas escenas de violencia de los ataques.
En la peli, los vampiros son un grupo de macarras y rebeldes con causa de estética semi-romántica, algo entre los cardados de Duran Duran y las chupas de cuero de Billy Idol, que viajan en moto y frecuentan las ferias de las pequeñas ciudades, liderados por un icónico Kiefer Sutherland de pelo oxigenado. Viven en una cueva y duermen cual verdaderos vampiros suspendidos cabeza abajo del techo.
Está protagonizada por un montón de rostros conocidos de la época: además del citado Sutherland, los fatídicos Coreys, Haim y Feldman, el guaperas de Jason Patric, la chica triste de los ochenta, la encantadora Jami Gertz, la mamá adoptiva de Eduardo Manostijeras, Dianne Wiest. Cuenta con uno de los primeros vampiros infantiles vistos en pantalla, antes de que llegaran "Los viajeros de la noche" y mucho antes de "Entrevista con el vampiro". Además, en una feliz idea de guion final, que no desvelaré, comprobaremos que el vampiro, verdadero hallazgo de la peli, aunque apocalíptico por su condición de alma condenada, está integrado. Y vive aquí, en el barrio, cerca de casa...
Hoy presento una pequeña ilustración que tuve el placer y el honor de realizar para el cuadernillo de textos premiados en la "XLIII edición del Certamen Literario María Agustina de Lorca 2017", que se celebró el pasado 19 de Mayo en el Teatro Guerra.
Está realizada con lápices de grafito de distintas durezas sobre papel Ingres en formato de 23x16 cm. Lleva también algunos toques de gouache blanco, azul y rosa, para realzar las figuras del fondo.
Empiezo el encaje del dibujo con lápices duros, 2H, sin apretar mucho, voy situando los elementos, para después definir las formas y las sombras con un HB, profundizando en los oscuros con un 4B. Intento usar tramados de líneas siguiendo el volumen de las figuras, sin difuminar. Por último, como se puede apreciar en la imagen de arriba, he perfilado los contornos con suaves toques de gouache azul claro, rosa "apastelado" para los pétalos y blanco para las flores, pequeños toques de gouache blanco para las pupilas de la modelo...
La anterior es una imagen del estado previo a la aplicación del sombreado con lápiz blando 4H, (la marca Staedtler ofrece muy buena calidad) se puede apreciar en la silueta de las aves y el cabello y rostro de la modelo. El resultado final, con la imagen impresa en el cuadernillo, es el siguiente:
A continuación muestro dos retratos cinéfilos realizados con carboncillo sobre papel Ingres, su tamaño es de 46x32 cm. El primero corresponde a la película de Andréi Tarkovski de 1979, "Stalker", estrenada en España como "La Zona", se trata de una enigmática pose de uno de los personajes principales, interpretado por el actor ruso Anatoly Solonitsyn, habitual de la filmografía de Tarkovski.
El segundo corresponde a un fotograma de una indefinida película japonesa de fantasía heroica, desconozco el nombre del film y del actor que lo interpreta, pero me impactó su expresión, mezcla de ira, perplejidad y cierta melancolía. Espero haber captado toda su fuerza expresiva. He añadido dos estados, el primero sin fondo, es decir con el fondo blanco del papel y un segundo tratamiento, en el que he pulido algunos elementos del rostro y el ropaje, además de sombrear el fondo, difuminando la parte derecha para que se funda con el extraño peinado del personaje. tiene además algunos toque de lápiz pastel gris y blanco y unos puntitos de gouache blanco en los ojos, para darle vida..., algunas gratuitas manchas de gouache en el fondo.
El siguiente es un dibujo a carboncillo sobre papel Ingres de 100x70 cm. Lleva también algunos toques de lápiz pastel blanco y gris. Lo que me interesaba de este desnudo era el degradado tonal que se establece de arriba a abajo en la figura, más claro en la zona superior, hombros y pecho, que progresivamente se va oscureciendo por el abdomen hasta llegar a las piernas, también es muy interesante el sutil movimiento que tiene la pose, bastante difícil de reflejar, por cierto. Importante el juego de hombros, en ángulo de 15º con la horizontal y las piernas desplazadas en línea recta una sobre la otra. Al principio no iba a concretar el rostro, lo iba a dejar emborronado, sin definir, pero, finalmente..., creo que le resta expresividad a la pose.
Resulta curioso comparar este desnudo, de tratamiento delicado y académico, realizado hace unos pocos días, con el que muestro a continuación, mucho más expresivo y suelto, que data, creo recordar, de 1995, cuarto de carrera, Dibujo del natural, en la facultad de Madrid. Además de carboncillo, creo que lleva pigmento negro, grafito, barra de carbón prensado y barra de sanguina!...
Y ahora un poco de cine:
"The Lynch mob"
Debo decir que el término "The Lynch mob" lo acuñó el genial Guillermo Cabrera Infante en el artículo sobre David Lynch en la revista "El Paseante" (1) a propósito del descomunal éxito de la serie Twin Peaks en los albores de los años noventa del siglo pasado. En este estupendo artículo, el escritor establecía un delirante paralelismo entre los seguidores del capitán Lynch (llamados Lynch mobs), esclavistas y practicantes de linchamientos indiscriminados y asesinatos varios en la época más oscura y amarga de segregación racial en los Estados Unidos, con lo que él llamaba los Lynch mobs de nuestra era, es decir, todos aquellos acérrimos del director David Lynch que hacen cola en las salas, ávidos de atmósferas enrarecidas, oníricas sensaciones y sonidos industriales, cada vez que se estrena una nueva obra de su director favorito.
Pues bien, yo debo ser uno de sus más fanáticos integrantes, ya que espero con expectación los, ya inminentes, nuevos capítulos de la tercera temporada de Twin Peaks, dirigidos, según parece, todos ellos por Lynch en persona, con los personajes de la serie original y la incorporación de una cantidad importante de cameos y nuevos habitantes de la extraña y enigmática localidad de las montañas gemelas. Todo ello aderezado con la sinuosa música compuesta por Ángelo Badalamenti y el mítico tema de Laura Palmer a la cabeza.
Ni que decir tiene que el estreno de la serie supuso un antes y un después en la historia de la televisión, influyendo en numerosas series y películas posteriores y sobre todo en la forma de afrontar el formato televisivo, tanto a nivel de guión como de puesta en escena, hasta entonces inédita. En España la serie en su día fue cruelmente maltratada, con una desastrosa emisión a cargo de un no menos desastroso canal de televisión que se "inventó" un esperpéntico, bochornoso concurso televisivo en el que se invitaba al sufrido espectador a adivinar la identidad del asesino de Laura Palmer, como si de una obra de Agatha Christie se tratara. Obviando de esta manera la verdadera intención de los responsables de la serie, para los que el asesinato de Laura Palmer no era más que una excusa o (con permiso de Hitchcock) un "McGuffin" que diera paso al desarrollo de los personajes, nuevas tramas y misterios surgidos a partir asesinato.
Recuerdo que en 1990 se editó en España en vídeo VHS el episodio piloto de la serie con un final alternativo, totalmente enigmático y delirante, con Bob, el "ente" maligno, completamente desatado y vociferante, entre llamaradas y flashes de luz, que se tituló "Asesinato en Twin Peaks". Lo sé, porque alquilé el videocassette antes de que se estrenara la serie. Ya entonces era un fanático de Lynch, tras haber quedado fascinado con "El hombre elefante", "Dune" y "Terciopelo azul", también con Roy Orbison y su rescatada y bella canción "In dreams" que aparece en "Blue Velvet", en la memorable escena del fantasmagórico karaoke en casa del proxeneta interpretado por Dean Stockwell. Maravilloso el disco póstumo de Orbison: "Mystery girl", y todo gracias, en parte, a Lynch..., y a la aterciopelada y extraordinaria voz del gran Roy Orbison.
Lamentar, una vez más, el penoso recibimiento, entre gritos y abucheos de la continuación de la serie en formato de película, "Twin Peaks: Fire walk with me". Estrenada en el festival de Cannesde 1992, fue un rotundo y cruel fracaso (históricos los abucheos de una crítica obtusa y miope) que sumió al realizador en un inmerecido ostracismo de varios años antes de poder volver a rodar su siguiente película. Todo por ser fiel a un universo y estética particular, que él mismo había creado. Excesiva, delirante, terrorífica, incomprensible, cómica, ridícula y fascinante, todo a un tiempo, la película ha pasado con nota el examen del tiempo. Hoy es considerada una obra de culto. Como toda la obra de Lynch.
(1) "The Lynch mob" por Guillermo Cabrera Infante, Revista "El Paseante", número 17, Ed. Siruela, 1990
A propósito del estreno de "Alien Covenant":
Algunas preguntas y reflexiones sobre "Alien: el octavo pasajero"
En realidad Alien es el noveno pasajero, los traductores de la película se olvidaron de incluir en su cómputo de la tripulación al gato Jones o Jonesy, como lo llaman sus infortunados compañeros de viaje, que es realidad el octavo pasajero del título en español de la película.
¿De quién es en realidad el gato Jones? Todo parece indicar que es de Ripley, aunque la película no lo explica del todo, el espectador interpreta que puede ser de Ripley, porque se empeña en llevárselo consigo cuando ve la oportunidad de escapar del Alien, siendo los dos únicos supervivientes del Nostromo.
Por lo que sabemos de las animadas charlas de la tripulación alrededor de la mesa en las comidas (todo un acierto de la película en su convincente cotidianidad), los alimentos de la nave no son muy buenos, siendo el café, al parecer, "lo único bueno que hay en la nave".
En una de estas reuniones, justo antes de que Dallas les comunique que tienen que realizar una operación de salvamento inesperada, Ash está sentado por error en el puesto de Parker, éste se lo advierte, cuando el asiento queda libre, Parker, papel que interpreta con maneras del Bronx, Yaphett Kotto, lo limpia ostentosamente con la mano. Ash no cae bien, por lo menos a Parker y por lo tanto tampoco a Brett, luego sabremos que Ripley desconfía también de él.
Fumar no está prohibido en la nave, Lambert fuma, también lo hace Brett (tabaco?). No sabemos si hay zonas para fumadores y no fumadores en el Nostromo.
Kane, interpretado por John Hurt, es el primero en despertar del letargo espacial, también es el primero en morir, al "nacer" el bebé Alien a través de su pecho.
¿Qué son los "microcambios de la densidad del aire"? Según Ripley, una tontería.
La nave alienígena diseñada por el artista sueco H.R. Giger, tiene una extraña forma orgánica, los exploradores que se internan en el planeta, acceden a su interior a través de unas aberturas en forma de vulva femenina. Las paredes del interior de la nave tienen forma de costillas, como si estuvieran en las entrañas de un gigantesco animal.
Toda la película está llena de sutiles referencias sexuales, algo completamente ausente en sus secuelas, a excepción de los dos últimos títulos dirigidos por Scott.
Al morir Dallas, Ripley al ser la segunda oficial, asume el mando. Al acceder a la sala del computador central (llena de lucecitas) que controla la nave: "Madre", descubre la verdadera naturaleza de la misión y que todos habían sido engañados y sacrificados por la malvada Corporación en complicidad con el oficial científico Ash, que la sigue a la estancia. Lo cierto es que Ripley se zafa fácilmente de Ash e intenta huir del lugar. A continuación la vemos sangrar por la nariz, puede que sea por el shock al conocer su condición de tripulación sacrificable.
La sangre roja que brota de la nariz de Ripley contrasta con el blanco lechoso del "sudor" que desprende Ash y que corre por su rostro, justo antes de enloquecer del todo.
Ash, a pesar de su tamaño, mucho más bajito que Ripley, es capaz de lanzarla al otro lado de la estancia, ¿es tan fuerte porque es un robot, "un maldito robot"?
Acto seguido intenta asfixiarla de una manera un tanto extraña, penetrando su boca con una fálica revista enrollada.
¿Se apiada finalmente Ash de los últimos supervivientes, cuando una vez desmembrado, lo conectan para averiguar cómo acabar con el Alien? O estaba de cachondeo cuando les dice que a pesar de no tener ninguna posibilidad de vencerle, "contaban con su simpatía", (siempre en la versión doblada, los no muy elaborados subtítulos de su versión en DVD, lo traducen como "os doy el pésame")
Cuando Parker muere intentando salvar a Lambert, que interpreta de manera más que convincente una estupenda Verónica Cartwright (Los pájaros, La invasión de los ultracuerpos), la criatura se acerca sinuosamente, bastante despacio a una paralizada por el terror Lambert, como regodeándose con el sufrimiento de su víctima. Introduciendo la espinosa cola entre sus piernas.
A continuación escuchamos durante varios segundos unos escalofriantes alaridos y chillidos en off a mayor gloria del sistema dolby, mientras Ripley corre por unos pasillos llenos de vapores y luces parpadeantes en unos estupendos travellings copiados en tantas películas. Cuando Ripley descubre los cadáveres de sus compañeros, podemos observar un fugaz plano de una pierna ensangrentada y desnuda de Lambert que pende de algún sitio. ¿Ha sido violada Lambert por la criatura?
Ripley, en genial interpretación de una impagable Sigourney Weaver, cuando se siente segura en la nave de salvamento, realiza un mítico y despreocupado striptease ante la babosa y atenta mirada de Alien.
18. Pero Ash no es malo, es que la Compañía lo ha programado así, en cualquier caso él y "Madre" seguirán "cotejando"...
Un par de paisajes, el primero, una vista de la playa de "La Colonia" de Águilas, pintado al óleo sobre tabla, de 60x120 cm. Es de hace unos cuantos años, del 2010.
Una vista de un curioso edificio de la calle Santa Engracia de Madrid. Óleo sobre lienzo de 100x81 cm. El edificio creo que estaba en restauración, me llamaba la atención cuando pasaba por ahí. En aquellos años solía dar largos paseos cámara en mano por un Madrid en obras constantes, también tengo unas imágenes de un cuadro que pinté de La Gran Vía de la misma época, en 2001. Óleo sobre lienzo, 114x146 cm. Los cuadros los pinté para una exposición colectiva en el Palacio de Saldaña, también en 2001.
