Está realizada con lápices de grafito de distintas durezas sobre papel Ingres en formato de 23x16 cm. Lleva también algunos toques de gouache blanco, azul y rosa, para realzar las figuras del fondo.
Empiezo el encaje del dibujo con lápices duros, 2H, sin apretar mucho, voy situando los elementos, para después definir las formas y las sombras con un HB, profundizando en los oscuros con un 4B. Intento usar tramados de líneas siguiendo el volumen de las figuras, sin difuminar. Por último, como se puede apreciar en la imagen de arriba, he perfilado los contornos con suaves toques de gouache azul claro, rosa "apastelado" para los pétalos y blanco para las flores, pequeños toques de gouache blanco para las pupilas de la modelo...
La anterior es una imagen del estado previo a la aplicación del sombreado con lápiz blando 4H, (la marca Staedtler ofrece muy buena calidad) se puede apreciar en la silueta de las aves y el cabello y rostro de la modelo. El resultado final, con la imagen impresa en el cuadernillo, es el siguiente:
A continuación muestro dos retratos cinéfilos realizados con carboncillo sobre papel Ingres, su tamaño es de 46x32 cm. El primero corresponde a la película de Andréi Tarkovski de 1979, "Stalker", estrenada en España como "La Zona", se trata de una enigmática pose de uno de los personajes principales, interpretado por el actor ruso Anatoly Solonitsyn, habitual de la filmografía de Tarkovski.
El segundo corresponde a un fotograma de una indefinida película japonesa de fantasía heroica, desconozco el nombre del film y del actor que lo interpreta, pero me impactó su expresión, mezcla de ira, perplejidad y cierta melancolía. Espero haber captado toda su fuerza expresiva. He añadido dos estados, el primero sin fondo, es decir con el fondo blanco del papel y un segundo tratamiento, en el que he pulido algunos elementos del rostro y el ropaje, además de sombrear el fondo, difuminando la parte derecha para que se funda con el extraño peinado del personaje. tiene además algunos toque de lápiz pastel gris y blanco y unos puntitos de gouache blanco en los ojos, para darle vida..., algunas gratuitas manchas de gouache en el fondo.
El siguiente es un dibujo a carboncillo sobre papel Ingres de 100x70 cm. Lleva también algunos toques de lápiz pastel blanco y gris. Lo que me interesaba de este desnudo era el degradado tonal que se establece de arriba a abajo en la figura, más claro en la zona superior, hombros y pecho, que progresivamente se va oscureciendo por el abdomen hasta llegar a las piernas, también es muy interesante el sutil movimiento que tiene la pose, bastante difícil de reflejar, por cierto. Importante el juego de hombros, en ángulo de 15º con la horizontal y las piernas desplazadas en línea recta una sobre la otra. Al principio no iba a concretar el rostro, lo iba a dejar emborronado, sin definir, pero, finalmente..., creo que le resta expresividad a la pose.
Resulta curioso comparar este desnudo, de tratamiento delicado y académico, realizado hace unos pocos días, con el que muestro a continuación, mucho más expresivo y suelto, que data, creo recordar, de 1995, cuarto de carrera, Dibujo del natural, en la facultad de Madrid. Además de carboncillo, creo que lleva pigmento negro, grafito, barra de carbón prensado y barra de sanguina!...
Y ahora un poco de cine:
"The Lynch mob"
Debo decir que el término "The Lynch mob" lo acuñó el genial Guillermo Cabrera Infante en el artículo sobre David Lynch en la revista "El Paseante" (1) a propósito del descomunal éxito de la serie Twin Peaks en los albores de los años noventa del siglo pasado. En este estupendo artículo, el escritor establecía un delirante paralelismo entre los seguidores del capitán Lynch (llamados Lynch mobs), esclavistas y practicantes de linchamientos indiscriminados y asesinatos varios en la época más oscura y amarga de segregación racial en los Estados Unidos, con lo que él llamaba los Lynch mobs de nuestra era, es decir, todos aquellos acérrimos del director David Lynch que hacen cola en las salas, ávidos de atmósferas enrarecidas, oníricas sensaciones y sonidos industriales, cada vez que se estrena una nueva obra de su director favorito.
Pues bien, yo debo ser uno de sus más fanáticos integrantes, ya que espero con expectación los, ya inminentes, nuevos capítulos de la tercera temporada de Twin Peaks, dirigidos, según parece, todos ellos por Lynch en persona, con los personajes de la serie original y la incorporación de una cantidad importante de cameos y nuevos habitantes de la extraña y enigmática localidad de las montañas gemelas. Todo ello aderezado con la sinuosa música compuesta por Ángelo Badalamenti y el mítico tema de Laura Palmer a la cabeza.
Ni que decir tiene que el estreno de la serie supuso un antes y un después en la historia de la televisión, influyendo en numerosas series y películas posteriores y sobre todo en la forma de afrontar el formato televisivo, tanto a nivel de guión como de puesta en escena, hasta entonces inédita. En España la serie en su día fue cruelmente maltratada, con una desastrosa emisión a cargo de un no menos desastroso canal de televisión que se "inventó" un esperpéntico, bochornoso concurso televisivo en el que se invitaba al sufrido espectador a adivinar la identidad del asesino de Laura Palmer, como si de una obra de Agatha Christie se tratara. Obviando de esta manera la verdadera intención de los responsables de la serie, para los que el asesinato de Laura Palmer no era más que una excusa o (con permiso de Hitchcock) un "McGuffin" que diera paso al desarrollo de los personajes, nuevas tramas y misterios surgidos a partir asesinato.
Recuerdo que en 1990 se editó en España en vídeo VHS el episodio piloto de la serie con un final alternativo, totalmente enigmático y delirante, con Bob, el "ente" maligno, completamente desatado y vociferante, entre llamaradas y flashes de luz, que se tituló "Asesinato en Twin Peaks". Lo sé, porque alquilé el videocassette antes de que se estrenara la serie. Ya entonces era un fanático de Lynch, tras haber quedado fascinado con "El hombre elefante", "Dune" y "Terciopelo azul", también con Roy Orbison y su rescatada y bella canción "In dreams" que aparece en "Blue Velvet", en la memorable escena del fantasmagórico karaoke en casa del proxeneta interpretado por Dean Stockwell. Maravilloso el disco póstumo de Orbison: "Mystery girl", y todo gracias, en parte, a Lynch..., y a la aterciopelada y extraordinaria voz del gran Roy Orbison.
Lamentar, una vez más, el penoso recibimiento, entre gritos y abucheos de la continuación de la serie en formato de película, "Twin Peaks: Fire walk with me". Estrenada en el festival de Cannes de 1992, fue un rotundo y cruel fracaso (históricos los abucheos de una crítica obtusa y miope) que sumió al realizador en un inmerecido ostracismo de varios años antes de poder volver a rodar su siguiente película. Todo por ser fiel a un universo y estética particular, que él mismo había creado. Excesiva, delirante, terrorífica, incomprensible, cómica, ridícula y fascinante, todo a un tiempo, la película ha pasado con nota el examen del tiempo. Hoy es considerada una obra de culto. Como toda la obra de Lynch.
(1) "The Lynch mob" por Guillermo Cabrera Infante, Revista "El Paseante", número 17, Ed. Siruela, 1990
A propósito del estreno de "Alien Covenant":
Algunas preguntas y reflexiones sobre "Alien: el octavo pasajero"
- En realidad Alien es el noveno pasajero, los traductores de la película se olvidaron de incluir en su cómputo de la tripulación al gato Jones o Jonesy, como lo llaman sus infortunados compañeros de viaje, que es realidad el octavo pasajero del título en español de la película.
- ¿De quién es en realidad el gato Jones? Todo parece indicar que es de Ripley, aunque la película no lo explica del todo, el espectador interpreta que puede ser de Ripley, porque se empeña en llevárselo consigo cuando ve la oportunidad de escapar del Alien, siendo los dos únicos supervivientes del Nostromo.
- Por lo que sabemos de las animadas charlas de la tripulación alrededor de la mesa en las comidas (todo un acierto de la película en su convincente cotidianidad), los alimentos de la nave no son muy buenos, siendo el café, al parecer, "lo único bueno que hay en la nave".
- En una de estas reuniones, justo antes de que Dallas les comunique que tienen que realizar una operación de salvamento inesperada, Ash está sentado por error en el puesto de Parker, éste se lo advierte, cuando el asiento queda libre, Parker, papel que interpreta con maneras del Bronx, Yaphett Kotto, lo limpia ostentosamente con la mano. Ash no cae bien, por lo menos a Parker y por lo tanto tampoco a Brett, luego sabremos que Ripley desconfía también de él.
- Fumar no está prohibido en la nave, Lambert fuma, también lo hace Brett (tabaco?). No sabemos si hay zonas para fumadores y no fumadores en el Nostromo.
- Kane, interpretado por John Hurt, es el primero en despertar del letargo espacial, también es el primero en morir, al "nacer" el bebé Alien a través de su pecho.
- ¿Qué son los "microcambios de la densidad del aire"? Según Ripley, una tontería.
- La nave alienígena diseñada por el artista sueco H.R. Giger, tiene una extraña forma orgánica, los exploradores que se internan en el planeta, acceden a su interior a través de unas aberturas en forma de vulva femenina. Las paredes del interior de la nave tienen forma de costillas, como si estuvieran en las entrañas de un gigantesco animal.
- Toda la película está llena de sutiles referencias sexuales, algo completamente ausente en sus secuelas, a excepción de los dos últimos títulos dirigidos por Scott.
- Al morir Dallas, Ripley al ser la segunda oficial, asume el mando. Al acceder a la sala del computador central (llena de lucecitas) que controla la nave: "Madre", descubre la verdadera naturaleza de la misión y que todos habían sido engañados y sacrificados por la malvada Corporación en complicidad con el oficial científico Ash, que la sigue a la estancia. Lo cierto es que Ripley se zafa fácilmente de Ash e intenta huir del lugar. A continuación la vemos sangrar por la nariz, puede que sea por el shock al conocer su condición de tripulación sacrificable.
- La sangre roja que brota de la nariz de Ripley contrasta con el blanco lechoso del "sudor" que desprende Ash y que corre por su rostro, justo antes de enloquecer del todo.
- Ash, a pesar de su tamaño, mucho más bajito que Ripley, es capaz de lanzarla al otro lado de la estancia, ¿es tan fuerte porque es un robot, "un maldito robot"?
- Acto seguido intenta asfixiarla de una manera un tanto extraña, penetrando su boca con una fálica revista enrollada.
- ¿Se apiada finalmente Ash de los últimos supervivientes, cuando una vez desmembrado, lo conectan para averiguar cómo acabar con el Alien? O estaba de cachondeo cuando les dice que a pesar de no tener ninguna posibilidad de vencerle, "contaban con su simpatía", (siempre en la versión doblada, los no muy elaborados subtítulos de su versión en DVD, lo traducen como "os doy el pésame")
- Cuando Parker muere intentando salvar a Lambert, que interpreta de manera más que convincente una estupenda Verónica Cartwright (Los pájaros, La invasión de los ultracuerpos), la criatura se acerca sinuosamente, bastante despacio a una paralizada por el terror Lambert, como regodeándose con el sufrimiento de su víctima. Introduciendo la espinosa cola entre sus piernas.
- A continuación escuchamos durante varios segundos unos escalofriantes alaridos y chillidos en off a mayor gloria del sistema dolby, mientras Ripley corre por unos pasillos llenos de vapores y luces parpadeantes en unos estupendos travellings copiados en tantas películas. Cuando Ripley descubre los cadáveres de sus compañeros, podemos observar un fugaz plano de una pierna ensangrentada y desnuda de Lambert que pende de algún sitio. ¿Ha sido violada Lambert por la criatura?
- Ripley, en genial interpretación de una impagable Sigourney Weaver, cuando se siente segura en la nave de salvamento, realiza un mítico y despreocupado striptease ante la babosa y atenta mirada de Alien.
18. Pero Ash no es malo, es que la Compañía lo ha programado así, en cualquier caso él y "Madre" seguirán "cotejando"...
Un par de paisajes, el primero, una vista de la playa de "La Colonia" de Águilas, pintado al óleo sobre tabla, de 60x120 cm. Es de hace unos cuantos años, del 2010.
Una vista de un curioso edificio de la calle Santa Engracia de Madrid. Óleo sobre lienzo de 100x81 cm. El edificio creo que estaba en restauración, me llamaba la atención cuando pasaba por ahí. En aquellos años solía dar largos paseos cámara en mano por un Madrid en obras constantes, también tengo unas imágenes de un cuadro que pinté de La Gran Vía de la misma época, en 2001. Óleo sobre lienzo, 114x146 cm. Los cuadros los pinté para una exposición colectiva en el Palacio de Saldaña, también en 2001.
